martes, 29 de septiembre de 2009

Escritura de Raimundo Contreras, Pablo de Rokha

Simplemente...leanse este libro... puede ser pesado, puede ser rapido...pero si gozan de la libertad de imaginar, tanto como se tuvo al escribir...veran el sentir de un padre, un hombre, una persona... en fin... leanlo...

"Aquí, en este vértice, Tomás, hago un abismo,
trazo un vacío imponente, paro mi vida.
Aún escucho crujir la naturaleza y el corazón
de tu madre, aún veo el sonido de mundo, de tiempo
que se derrumba, de sol, de mar, de luz partida
de la última gota de aceite alcanforado, aún siento
que la pequeña lengua lame la eternidad ensangrentada.
Oloroso y campesino de estatura, alegre como
los ganados.
Ahora te come la tierra, más glotona que tú,
hijo mío, niño mío, Tomás, y yo te lloro.
Eras muy hombre, Tomás.
Minero, soldado, marino, explorador, se quebraron
los vientos de la muerte en tu frente de dos
años, y era como una gran tempestad, arrasando
pinares de noche, tu actitud agonizante.
Morías como un héroe del absoluto.
Fuerte, libre, gloriosamente cósmico, el dramatismo
te agrandaba las entrañas.
Hoy aromo de albahacas de Chile tu memoria.
Oh! amigo mío, Tomás, bebo mi jarra de espanto
a la salud de tu alma, y te consagro
Raimundo, a quien tú, TOMÁS DE ROKHA, entristeciste
“por los siglos de los siglos”, con tu alegría
incalculable."

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